Cualquier madre te dirá que ver a su hijo pequeño participar en juegos de fantasía es un hito maravilloso, imaginativo y creativo. Cuando un niño pequeño imita por primera vez a su madre cocinando o cuidando a un bebé o vistiéndose para un día en la oficina, es señal de un cerebro sano en desarrollo. La curiosidad que acompaña a los juegos de fantasía no sólo es bienvenida, sino que se fomenta durante toda la infancia.
Para Umm Ibrahim, entonces una niña de ocho años que crecía en un hogar copto ortodoxo muy practicante del sur de California, la curiosidad no se trataba del mismo modo.
Got Questions?
We have Answers. Get in touch now.